COSTA RICA, 3 DE Abril de 2022
La democracia más antigua de Centro América
En la primera vuelta (06.02.22) participaron 25 candidatos. La “diversidad” parece ser el signo de nuestros tiempos que, en un sentido casi aritmético, pretende decirnos que estamos en una suerte de efervescencia democrática. Para muchos analistas esa dispersión del voto responde más bien a una patológica obsesión por ser “cabeza de ratón” en lugar de ser parte de algo mayor. El virus de la “candidatitis” no tiene aún vacuna.
La segunda vuelta será entre dos candidatos que, por sus pasados y mensajes actuales, califican para polarizar la sociedad que ostenta el galardón de la “democracia más antigua” centroamericana y la tercera “democracia más sólida” de Latinoamérica.
José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), considerado de centro izquierda, más pegado al centro, fue presidente entre 1994-1998. En la primera vuelta obtuvo más del 27% de los votos; y, Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), centro derecha, más pegado a la derecha, exministro de Hacienda del gobierno de Carlos Alvarado, actual presidente, logró el apoyo de casi 17% del electorado quedando en segundo lugar, para sorpresa de él mismo.
Detrás de ellos hay tres candidatos con votaciones importantes que, a la hora de sumar votos para la segunda vuelta, serán apelados por los dos primeros. Nos referimos a Fabricio Alvarado, de Nueva República, predicador evangélico, logró casi el 15% de los votos; mientras que Eliázer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista, y Lineth Saborio del partido Unidad Social Cristian, alcanzaron más del 12% de los votos cada uno, y José María Vilalta, del Frente Amplio, logró un poco del 8%. A partir de allí, todo el resto de candidatos no pasaron la valla del 1%.
La abstención en la primera vuelta fue históricamente alta, superior al 40%, señal de apatía o hastío de la población en la política local. Importante dato, así como los votos de los que quedaron en tercero, cuarto y quinto lugar, serán muy referidos en los vaticinios de la segunda vuelta.
Según los medios a nuestro alcance, no todo es plano para los candidatos que participarán en el balotage. José M. Figueres, de la aristocracia tica, con grado otorgado por la Academia Militar West Point, tiene acusaciones de corrupción con la empresa francesa de telefonía por casi US $ 3 Mills; por no enfrentar el juicio en su país, se nacionalizó español y es de dominio público sus conflictos familiares por herencias millonarias. Su principal promesa parece ser que no tocará el aparato del Estado, cuyas dimensiones para algunos analistas es elefantiásica.
Mientras que Rodrigo Chavez, tiene reconocimiento de profesional calificado y experiencia importante en organismos multilaterales, pero desconocido políticamente en CR. En su paso por el BM fue acusado de acoso sexual. Ello no ha impedido que se le considere abanderado del malestar social y acusa al actual gobierno de dejar CR en el desastre económico. Su principal promesa es “depurar” el Estado.
Según los medios y las encuestas, ambos candidatos tienen un alto grado de desaprobación por sus vínculos con procesos de corrupción (Figueres) y porque lo consideran un acosador (Chavez). ¿Elegirán entre dos males? O ¿elegirán al mal menor, como solemos hacer en el Perú? Por el momento, Chaves parece liderar las preferencias con una diferencia cercana a 10 puntos porcentuales. Tendría que ocurrir algo extraordinario para que esta tendencia cambie. Los indecisos tienen peso específico. Esperemos el 3 de abril.
Lima, 20 de marzo de 2022.