En el marco del octavo lineamiento de la POLITICA GENERAL DE GOBIERNO 2021-2026, el Gabinete Bellido ha establecido que, “La diplomacia social y descentralizada” de la administración Castillo, los procesos de integración fronteriza son ámbito de acción “inmediata y urgente” porque no solo pone en valor la vecindad geográfica con los países vecinos, sino la oportunidad de generar procesos de desarrollo compartido que la conquista española y la secuela de guerras post independencia por territorios le han negado a sus poblaciones.

Por ello, dice el Gabinete Bellido, se reforzará los esfuerzos de la cancillería en materia de “facilitación del tránsito fronterizo y del comercio, proyectos binacionales de infraestructura, cooperación en materias de salud”, así como el desarrollo de procesos y cadenas productivas transfronterizas. El contexto inmediato para esta tarea, subrayado con acierto en el discurso, es el “fortalecimiento de la Comunidad Andina”.

Esta es una pertinente y oportuna toma de posición de la administración Castillo en un aspecto tan sensible de la Política Exterior peruana como es el caso de la Desarrollo e Integración Fronteriza (DIF). No parece ser un discurso declarativo, es un compromiso político muy claro y explícito que las poblaciones fronterizas lo comprenden a la perfección y, en consecuencia, esperarán resultados.

Por ejemplo, no más pérdida de territorios ni conflictos fronterizos entre países hermanos. En su lugar: desarrollo e integración. No más exclusión (“diplomacia social”), sino inclusión real en el marco de procesos económicos y culturales que respeten tradiciones y culturas. No más centralización (“diplomacia descentralizada”) de las decisiones que le corresponde a las poblaciones fronterizas. A cambio, impulso de proyectos binacionales y generadores de integración y articulación de procesos sociales y productivos en un marco de paz entre sus pueblos y gobiernos. Hoy, como nunca, los procesos de integración regional están pasando por sus espacios regionales fronterizos.

Felicitaciones, señor Bellido. Serán casi 6 millones de peruanos que estarán atentos a lo que se haga en esta materia. Y, además, habrá otros tantos de pobladores fronterizos de países vecinos que verán con expectativa la realización de la promesa que cuenta con la confianza de un Congreso que prometía no darla. Pero la dio, ahora el Ejecutivo tiene el camino libre para trabajar. Esperemos.

Lima, 29 de agosto de 2021